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El clan del oso cavernario

Ficha técnica

Sinopsis

Ayla es una niña cromañón de cinco años, que atraviesa una catástrofe natural donde pierde a toda su familia. Queda sola y mal herida en un mundo por demás peligroso, luego de escapar de la muerte ante el ataque de un león cavernario. El Clan del Oso Cavernario, la adopta durante su travesía por encontrar una nueva cueva habitable. Sus padres de crianza serán Creb, el Mog-ur (chamán) e Iza, la curandera, de los cuales aprenderá la mística de esta comunidad neandertal.


Ayla sostiene una inteligencia y habilidad desconocida para todos ellos. Cuestiona sus costumbres, tradiciones y relaciones interpersonales, situación que la llevan a ser la “fenómeno” del lugar, sumado a su gran diferencia estética para con el resto. Así es como, luego de ser exiliada y atravesar situaciones por demás traumáticas, emprenderá un viaje en busca de su propia identidad y realización personal.

Sobre el libro

En esta primera entrega, de la serie Los Hijos de la Tierra, conocemos a Ayla, una niña cromañón, malherida por un león cavernario, durante varios días de vagar sola en busca de su tribu, desaparecida a raíz de un terremoto. Dicha catástrofe afecta a más de un clan y es por esto que un grupo de neandertales conocidos como el Clan del oso cavernario, en honor a su tótem social, es obligado a salir en busca de una nueva cueva habitable. El Clan del oso cavernario, afirma que los dioses los han castigado y que la solución inmediata, a dicha maldición, es la travesía hacia un nuevo hogar seguro.


En medio de su viaje Iza, la bondadosa curandera del clan, encuentra a Ayla y la adopta como su propia hija, y posible heredera de cargo. Iza es hermana de Creb, el Mog-ur o chamán más importante de la estirpe, que acarrea con una malformación debida a su avanzada artritis. Creb se siente identificado con Ayla, que también presenta una estética muy distinta al resto. Asimismo, la niña carga con una herida provocada por las garras del león cavernario que la atacó días atrás; marca reveladora para el Mog-ur, que la cree escoltada por el poderoso tótem de aquel animal, hecho que provoca celos rabiosos en el hijo del jefe del clan.


Si bien Iza se empeña en enseñarle a Ayla sobre su rol de futura curandera, la niña no posee lo que conocemos como “memoria del clan”, por lo que debe esforzarse más que el resto para que los preparados funcionen como es debido, mientras que una hija biológica de Iza, lo hubiera hecho por instinto. Es así como Ayla desarrolla una capacidad de deducción y practicidad distintiva, haciéndose de nuevos elementos, armas y habilidades físicas, para poder llevar a cabo sus funciones diarias. Se muestra como una mujer fuerte y desenvuelta frente a todas las demás que mantienen un comportamiento sumiso. Comienza a interesarse en el arte de la caza y desea acompañar a los hombres en la búsqueda de alimento, aunque, la simple posibilidad, haga que la comunidad la discrimine cada día un tanto más.


A medida que nos adentramos en la historia, descubrimos nuevas tradiciones, métodos de recolecta y subsistencia en las distintas estaciones del año. Jean M. Auel luce su gran formación en la Europa prehistórica en este vínculo cromañón-neandertal que plantea a lo largo de toda la ficción y afirma que la gente que vivió durante la Era del Hielo, era tan inteligente, creativa y humana como cualquier otra persona en la actualidad.


Desde el comienzo del viaje de Ayla, junto a los osos cavernarios, hasta el final de esta primera entrega, el lector pasa por un tratado de botánica exquisito, que se mantiene a lo largo de la saga, donde se explican las propiedades curativas y místicas de cada especie de la fauna local, sus formas de uso y conservación. También se introduce en detalle a las costumbres de caza, repartición de alimentos, cocción y depósito.


La resistencia hacia el otro cultural y la búsqueda de la propia identidad son algunos de los temas centrales en la obra. Sin ir más lejos, a la propia Ayla se la trata como a uno de “los otros”, por más que sus padres adoptivos posean unos de los cargos más importantes de la comunidad. Asimismo, Ayla es señalada por todos los miembros del clan por no manejar instintivamente el lenguaje de señas, por reproducir sonidos como herramienta de comunicación, por reír, por llorar, por desarrollar la habilidad del nado y hasta por tener la osadía de fabricar su propia honda de caza.


Ayla pasará por los desafíos de vida más difíciles, hasta considerarse muerta para el raciocinio de todos los del Clan, tras una acusación perversa, generando un desenlace considerablemente fuerte y necesario para que el lector pida más.
El gancho está muy bien logrado. Es casi imposible no comenzar el segundo tomo de la serie al segundo de haber terminado el primero y lo más importante es que sabemos bien que no volveremos a leer sobre ellos. Ese último punto nos duele como lectores y al mismo tiempo nos encanta, porque el ciclo de Ayla junto al Clan del oso cavernario está cumplido y así debe ser para que la historia no se vuelva tediosa.
El mundo que nos plantea la autora es enorme y necesitamos conocerlo, aunque nos hayamos encariñado.


Cada personaje está muy bien desarrollado. Jean M. Auel se concentra en que conozcamos a todos como si fuéramos la propia Ayla o uno más del clan. Sin adelantar demasiado de los tomos posteriores, a lo largo de la serie, este amor por los personajes persiste y hace que recordemos a los cientos venideros, sin llegar a quejarnos por la cantidad que ostenta la autora.
Por último, deseo destacar el trabajo de traducción al español, ya que la lectura me resultó bastante amena y cómoda. No siempre nos encontramos con buenas redacciones al mutar de idioma y en esta obra no sentí la fatiga de muchas traducciones donde sobreabundan los adverbios de mente, entre otras cosas.


Si tienen sed de mucho más, Ayla se embarca en un viaje de búsqueda la de propia identidad y utiliza todos los recursos posibles para lograrlo. Conoceremos nuevos clanes, tradiciones, aprendizajes y miles de aventuras.
Les regalo un listado del orden de la saga, porque los que amamos las ficciones históricas, ¡no podemos soltarla!

  1. El clan del oso cavernario
  2. El valle de los caballos
  3. Los cazadores de mamuts
  4. Las llanuras del tránsito
  5. Los refugios de piedra
  6. La tierra de las cuevas pintadas

 

¡Gracias por leer! Hasta la próxima.

Dónde conseguirlo

Opinión

Diseño de tapa 4/5

Trama 5/5

Personajes 5/5

Desenlace 5/5

Opinión general 5/5

María Fernanda Bertonatti

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