El mundo y sus demonios

“Cuando uno se enamora, ¡se lo quiere contar al mundo!” Nos dice Carl Sagan. El utiliza este libro para contarnos como y porque se enamoró de la ciencia. Pero también nos advierte.

Y a pesar de ser de mediados de la década de los 90, es inquietantemente actual.

Nos habla de cómo al alejar la ciencia de los ciudadanos, el retorno del misticismo y la oscuridad intelectual ganara terreno. De cómo al retirar fondos gubernamentales de la ciencia, los países pierden su potencial de desarrollo. De cómo el desconocimiento de la tecnología que utilizamos día a día nos jugara en contra y terminaremos siendo víctimas de la misma.

Todas las ciencias tienen sus equivalentes pseudociencias, y este libro nos pasea por su contexto histórico y ejemplos. La cara de Marte. La tierra plana. La telepatía. Una tortilla con la forma de Jesús. Nada queda afuera de este libro.

El Mundo y sus demonios también nos invita a repensar algunos misticismos bien enraizados en la cultura popular. Nuestros miedos y supersticiones suelen llevarnos a buscar respuestas fantásticas a problemas bien terrenales. Acudimos a las religiones, los astros y las profecías, pero la ciencia es la única que ofrece prueba. Y no sin recorrer un camino tortuoso de especulación, error, critica, y comprensión. Camino que no todos están dispuestos a transitar.

Lleno de anécdotas personales e íntimas, con un lenguaje ameno y cercano, pero con una fuerte crítica a  los gobiernos y la educación. Sagan nos habla de todo lo que hace que la ciencia valga la pena, y nos incita a usarla en nuestra vida diaria. A ser pensadores críticos y no quedarnos con lo que la “sabiduría popular” nos da por sentado. Nos anima a no aceptar lo que nos digan sin indagar y preguntar. No ignorar nuestra curiosidad y nutrirla correctamente. Pero sobre todo, nos invita a maravillarnos con todo lo que la ciencia tiene para contarnos y los misterios que aún no ha develado.