Los guardianes

Desde las primeras líneas de este libro sabes que estás frente a una historia diferente. Cullen Post, abogado, pide permiso para visitar a Duke Russell en la cárcel, una hora antes de su ejecución. Los dados están echados, pero Post no se rinde. Duke es uno de sus clientes especiales, un inocente injustamente condenado. 

Después de esta escena escalofriante, nos sumergimos en la vida de Post, que pasa días y días viajando en un auto viejo, de estado en estado, durmiendo en moteles baratos, sin cobrar nada a sus clientes, porque ha jurado junto a Los Guardianes, liberarlos de prisión. Este grupo humanitario investiga y elige solo aquellos casos en que se ha convencido de la injusticia cometida. De todos los casos trabajados, el de Quincy Miller es el que ahora obsesiona a Post, y cada paso que da parece terminar en el vacío. Quincy lleva más de la mitad de su vida entre rejas, y es inocente. En un pequeño pueblo del norte de la Florida, hace 23 años un joven abogado fue asesinado a quemarropa. El pueblo, el sheriff, el jurado, el fiscal, todos se convencieron, en un juicio breve y con pruebas absurdas, de que el asesino era Quincy Miller. No hubo lugar a apelaciones ni revisiones de su caso, por más intentos que el propio condenado ha hecho a lo largo de los años. Hasta que Post decide intervenir.

Paso a paso, con una meticulosidad y una perseverancia inquebrantable, va buscando los viejos hilos de una trama siniestra, en la que hubo testigos comprados, juramentos falsos, pistas inventadas, pruebas escondidas y una red de cómplices que prefirieron huir de sus conciencias y empezar nuevas vidas lejos, aunque arrastraran la culpa de haber mandado a prisión a un inocente. Post deberá desatar cada nudo, enfrentar a cada uno de los implicados, sin imaginar que con cada paso que da, una red mucho más oscura, poderosa y corrupta, está dispuesta a todo con tal que no se sepa jamás la verdad.

Grisham en este libro se interna en los vericuetos del sistema judicial como un experto, en un relato que asombra más al saber que está basado en hechos reales. Un thriller que apela a nuestra conciencia, a abrir los ojos a la injusticia de la justicia, y también a la esperanza de saber que aún hay personas, como Los Guardianes, que han decidido intentar repararla.