Una corte de rosas y espinas

Como buena adicta a los libros de fantasía, siempre los leo todos a una velocidad pasmosa y me quedo sin saber qué leer a continuación. Así fue que, recorriendo la red en busca de cosas nuevas, me encontré con una autora norteamericana que está dando qué hablar, que ya ha vendido los derechos de todos sus libros a grandes estudios de cine y que, al leerla, genera una adicción difícil de soportar.

Hablo de Sarah Maas, la autora de Una Corte de rosas y espinas. Sarah nos introduce a Feyre Archeron, una chica de diecinueve años que, al mejor estilo de Katniss Everdeen, caza para poder llevar alimento a su hogar en el que la esperan sus dos hermanas mayores y su padre inválido. Hasta ahí yo pensaba: esto ya se contó. ¡Pero no desistan y sigan!

Feyre mata a un lobo inmortal para quitarle la piel y poder alimentarse el resto del invierno. El problema es que ese lobo era el amigo y súbdito de un alto fae (un líder en la tierra de las hadas que se convierte en una criatura similar a una bestia) y éste, al enterarse, irrumpe en la casa de Feyre exigiendo una vida por una vida para vengar la muerte de su amigo. Sin embargo no la mata sino que, como retribución por lo que ha hecho, el alto fae se la lleva a Prythian, el reino de las Hadas, un lugar del que Feyre solo ha escuchado hablar en las historias de miedo que le contaban a los niños antes de dormir.

Cuando llega a Prythian, descubre que hay una maldición de la que no se puede hablar, y que tiene a todos los que viven allí esclavizados bajo una peste innombrable.

Si son fans de La Bella y la Bestia van a encontrar guiños de lo más originales e inteligentes a la hora de hacer un verdadero retelling de la historia. Por ejemplo, todos recordarán que Bella es una lectora voraz y se enamora de la preciosa biblioteca que Bestia tiene en su casa. Feyre en cambio… ¡no sabe leer! Porque en el mundo que los inmortales han dejado para los mortales, la cultura prácticamente no existe.

En fin, volviendo y para terminar, la Bestia de esta historia tiene nombre: Tamlin, del que Feyre se enamora tan desesperadamente que dará hasta su vida por salvarlo de la maldición.

Sarah Maas es una autora que merece la fama que tiene. Sus mundos están llenos de detalles tan precisos que podemos sentir que estamos allí. Este libro es parte de una trilogía. Puede leerse de forma independiente pero estoy segura de que, una vez que se sumerjan al mundo de Sarah Maas, no van a querer parar.