La chica que se llevaron

Alguien ha secuestrado a Megan y Nicole la misma noche, las chicas están desaparecidas por varios días. Hasta que una de ellas logra escapar, Megan, logra volver a casa. Es así que la sociedad olvida a Nicole para concentrarse en el caso de éxito que ha sido el escape de Megan, quién obligada por sus padres ha escrito un bestseller sobre las cosas que recuerda de los días que estuvo desaparecida. No son muchas, ya que Megan recurre a terapia por hipnosis en un intento desesperado por recordar algo que pueda ser de ayuda para encontrar a Nicole, porque ella no la ha olvidado y quiere saber la verdad.

En paralelo, conocemos a Livia, la hermana mayor de Nicole que está realizando sus prácticas para recibirse de médica forense. Livia se siente culpable por haberse alejado de su hermana durante sus años de estudio, además de no haber contestado su teléfono la noche en que Nicole desapareció. Entonces, Llegará a su mesa, el cuerpo de un hombre que será su primer abrojo – un caso en el que no puedes determinar qué sucedió y sigues pensando en él por varios días –, solo para darse cuenta que aquel hombre estaba relacionado con su hermana ¿cómo? Pues la historia apenas comienza y estamos a punto de descubrirlo.

Si estás buscando una lectura atrapante, de esas que te mantienen despierta en la noche porque no tienes otra necesidad que no sea descubrir el final de la historia, este es el libro que estás buscando. No te dejes intimidar por la cantidad de páginas, el libro está dividido en partes y, esas partes, en capítulos cortos, lo que hace que realmente sea muy sencillo devorártelo en búsqueda de la verdad.

El final es una maravilla. Podemos apostar si quieren, pero estoy segura de que, como yo, se van a quedar boquiabiertas y sin habérselo esperado. En el remoto caso de que llegaran a adivinar el final… me apuesto todo, a que van a querer seguir leyendo para poder descubrir el motivo y, finalmente, dónde está Nicole.