Canciones de amor y guerra

La historia de los Deverill se remonta mucho tiempo atrás, cuando su antepasado, Barton, llegó a Irlanda y construyó el castillo en las tierras que le pertenecían a la familia O´Leary. Como castigo por ello fueron maldecidos y todos los herederos masculinos no se irían jamás del castillo, condenados a vivir allí eternamente como fantasmas hasta que un O´Leary volviera a habitar esas tierras. Lo que nadie concebía posible.

Este libro sigue la historia de Kitty Deverill y está dividido en tres partes: su niñez, su adolescencia y su juventud. Todas aquellas etapas atravesadas por la Primera Guerra Mundial y por la lucha de la independencia de Irlanda. 

De a poco nos vamos sumergiendo en la vida de nuestra joven protagonista y conociendo a los demás personajes que juegan un papel importante en toda la historia, como Jack O´Leary, el hijo del veterinario del pueblo y el mejor amigo de Kitty. Con el pasar del tiempo las diferencias sociales entre ambos se va acrecentando, pero eso no les impide enamorarse y luchar por el mismo objetivo: la libertad de Irlanda.

Canciones de amor y guerra nos presenta una variedad de personajes, aunque el más relevante de esta historia es Kitty, la menor de la familia Deverill, una pequeña idealista, inteligente y temeraria que es capaz de todo por lo que cree que es correcto y justo, sobre todo por su gran amor: Irlanda. Empaticé con ella desde el primer instante, me pareció un personaje muy bien construido, que supo enfrentarse a las adversidades y salir victoriosa. La novela sigue también en menor medida las historias de otras dos jóvenes, por un lado tenemos a Celia, la prima inglesa de Kitty, una muchacha desfachatada y audaz que nos brinda momentos divertidos; por otro lado está Bridie, la mejor amiga de Kitty y empleada del castillo, aquí tengo que decir que este personaje no pudo caerme bien, hice un gran intento porque me simpatizará un poco, pero a medida que avanzaba la historia solo empeoraba. Aún así, eso habla de lo bueno que es este libro, porque un personaje siempre tiene que producir algo, que nos desagrade es mucho mejor a que nos pase desapercibido. 

No puedo no hacer mención a las descripciones… sencillamente son espectaculares, Santa Montefiore tiene una pluma exquisita que hace que nos transportemos a los sitios que narra. No podés perderte de esta lectura conmovedora y apasionante.