Entradas en la categoría: Clásicos

Esta es una historia de amor que parece más bien una de terror. Cumbres Borrascosas es el relato de un amor violento, apasionado y cruzado por la desgracia y el tiempo. La narradora es la ama de llaves de la Granja de los Tordos, escenario que la historia comparte con Cumbres Borrascosas. El lugar es lúgubre y solitario. Frío, niebla, lluvia eterna; un páramo maldito.

Todo comienza hace 30 años. Earnshaw (señor de CB) vuelve de un viaje a Liverpool. Trae consigo un niño, un “gitano” moreno. La familia entera queda en shock y así comienza el desprecio a Heathcliff, personaje central de la historia. Earnshaw tiene dos hijos. Hindley, el más grande, odia profundamente al nuevo integrante por tener el favoritismo de su padre. Catalina, la menor, comienza con cierta desconfianza pero luego se vuelve inseparable de Heathcliff. 

Los niños se vuelven adolescentes. El señor Earnshaw muere y Hindley se hace cargo de la granja. Heathcliff pierde a su protector: es maltratado por el primogénito hasta convertirlo en prácticamente un sirviente. El único momento que Heathcliff tiene paz es cuando está con Catalina. Pero mientras tanto su carácter se endurece, se hace cada vez más arisco y violento. Sus reacciones son pura ira. 

La verdadera desgracia se desencadena cuando Catalina y Heathcliff cruzan el pantano que los separa de la Granja de los Tordos. Allí espían a los jóvenes Linton, la familia vecina y mucho más civilizada que los Earnshaw. Descubiertos por Isabel, la menor de los Linton, escapan de los perros y sirvientes que salen a buscarlos. Catalina tiene mala suerte: un perro le muerde el tobillo. La familia Linton la auxilia pero echa a Heathcliff de la casa por sus modos ásperos y violentos. Y porque, digamos la verdad, es un “gitano”.

Durante 5 semanas Catalina queda al cuidado de los Linton. En ese tiempo, el vínculo con  Eduardo -el hijo mayor- crece y se transforma en una cariño profundo. Es lo peor que puede pasarle a Heathcliff. Vuelve a verla y entiende que ella ya está muy lejos de él. Decide entonces irse por tres años. A su regreso a Cumbres Borrascosas, Catalina y Eduardo están casados, viviendo en la Granja de los Tordos. Hindley, su enemigo eterno, es un viudo alcohólico, violento y peligroso que desprecia a todos, hasta su propio hijo.

De aquí en más la historia es una sucesión de hechos violentos, engaños y pasiones que rayan la obsesión. La única misión de Heathcliff es vengarse de quienes lo maltrataron y del hombre que le ha robado a su único amor. Para ello desarrolla estrategias espantosas. Su maldad llega al punto máximo de su expresión. Pero sigue siendo un hombre atormentado. Cuando finalmente queda solo, se dedica a llorar a Catalina, vagando por los páramos frío y cubierto de la espesa neblina inglesa.

La siguiente generación de Earnshaw y Linton tendrán el poder de restablecer la paz. Los hijos de Hindley, Catalina y Heathcliff descubrirán las pasiones que destruyeron a sus padres e irán en la dirección contraria. De ese amor obsesivo y atormentado solo quedarán tres tumbas. Prueba suficiente que solo el amor los salvará.